Constantemente se habla de los beneficios que tienen los perros y gatos para contribuir positivamente con la salud mental de las personas. Sin embargo, existe muy poca información sobre cómo la ansiedad y la depresión también pueden afectar a las mascotas.

A raíz de que el año pasado fue de transición y las personas comenzaron a retomar las actividades que tenían antes de la pandemia, como trabajar fuera de casa, algunas mascotas están experimentando ansiedad por separación, lo que hace necesario hablar sobre este tema.

Si no se maneja adecuadamente la ansiedad por separación, se presenta un escenario en donde los perros no solo ladran o lloran durante la ausencia del dueño, sino también pueden morder muebles, romper ropa o, incluso, autolesionarse en los casos más severos”, señala Malu Velarde, veterinaria holística y especialista en medicina veterinaria integrativa.

Pero el mal comportamiento no es la única desventaja que pueden causar este tipo de trastornos en los perros; también hay posibilidad de que dejen de alimentarse, de que comiencen a comer cosas del hogar o a causarse heridas por estrés. Este tipo de comportamientos pueden desencadenar problemas de salud.

En ese contexto, Velarde aconseja trabajar de la mano de un etólogo con el fin de preparar a las mascotas “para el regreso a la presencialidad”, así como tener en cuenta la importancia de la salud mental para garantizar el bienestar integral de las mascotas.

Así como las personas acuden a un psicólogo o psiquiatra, que son los profesionales encargados de velar por su salud mental, en la medicina veterinaria están los etólogos, que se encargan de trabajar por la salud mental de los animales.

La salud mental es algo que debe cuidarse no solo en las personas, sino también en todos los animales. Para que a un animal lo consideremos con salud, debe estar bien físicamente, así como mental y ambientalmente; es decir, debe desarrollarse en un ambiente propicio que cumpla con sus necesidades”, expresa.